La manzana es símbolo de paz y sabiduría, conceptos que toman fuerza en este relato.
Hay autores que tienen la virtud no sólo de encontrar la grandeza en las pequeñas cosas sino, también, de saber transmitirlo al lector. Kazuo Iwamura, para mí, es un buen ejemplo!
En primer lugar, emplea un trazo tenue y delicado para dar forma a unas ilustraciones sencillas pero, a la vez, rellenas de sentimiento, de alma, de luz, de emoción.
Juega con la gama de grises y consigue que estos colores fríos seduzcan y se llenen de sensibilidad. Del mismo modo que lo hace el, cálido, color rojo de la manzana de la Nastia. La protagonista.
En segundo lugar, es capaz de utilizar esta fruta como hilo conductor y dotarla de valor. Creando así una deliciosa historia, de estructura repetitiva / acumulativa, cosida con enorme ternura!
La manzana es símbolo de paz y sabiduría. Conceptos que cogen fuerza en este relato:
A Nastia le encanta la naturaleza. Le gusta coger su cestita e ir a su colina preferida para respirar, tocar la hierba o para comerse la magnífica manzana roja que, hoy, se balancea en la cesta.
Cuando está a punto de pegarle un buen mordisco, la manzana comienza a rodar y rodar. La Nastia, corre con todas sus fuerzas … pero ¡no hay manera de cogerla! Por eso, comienza a pedir ayuda a los animales que encuentra.
Finalmente, conseguirá la manzana. Nastia y los animales del bosque, tomarán dos decisiones llenas de sabiduría, de diálogo, de cordura, de prudencia. En definitiva, decisiones llenas de paz!
… Siempre he pensado que en la sencillez radica la dificultad. Por esta razón siento estos hallazgos, como joyas que hay que preservar! #kazuoiwamura